Descripción:
"En la elección de 2006 de nuevo se puso en duda la imparcialidad del árbitroelectoral. Un candidato presidencial perdedor habló de fraude electoral y acusó ala autoridad electoral de actuar en complicidad con el partido ganador. Creíamoshaber superado esa discusión hace algunos años. En el presente artículo se discutenlos argumentos de dicha postura intentando concluir si, en efecto, el citadofraude fue posible"