Descripción:
Una de las preocupaciones medulares de nuestro tiempo es el rezago en el desarrollo del campo y de la sociedad que lo puebla. Cuatro quintas partes de la humanidad están afectadas por estos males, a los que se unen la gradual destrucción de los recursos naturales, el desequilibrio de la producción con respecto al consumo y el exceso cada día más dramático. La perspectiva de las reformas agrarias está oscurecida por una serie de mitos y de desmesuradas ilusiones. El mesianismo de derecha pregona como panacea de justicia y bonanza la propiedad privada, la granja familiar con capacidad productiva para librar social y económicamente a los agricultores, y la vasta unidad capitalista, única empresa que goza de posibilidades de emplear los métodos más modernos de cultivo, adaptarse a todos los cambios que impone el mercado y pagar los mejores salarios.