Descripción:
Se analiza la derrota con la intención de determinar sus consecuencias posteriores sobre el movimiento obrero y sobre la sociedad mexicana en su conjunto. Se muestra cómo la posibilidad de una nación unificada, abierta por el cardenismo, es clausurada por los gobiernos de Ávila Camacho y sobre todo de Alemán. En lugar de aquel proyecto, surgió una nación rota, dividida en un sector que la mantiene y la reproduce con su trabajo colectivo, pero que es marginado de los beneficios del desarrollo económico y de la política; y otro sector que usufructúa todos los beneficios, pero que es incapaz de realizar el más mínimo sacrificio por la nación; siempre está dispuesto a abrazar las causas del imperialismo, la negación de la nación y en contra de las causas del pueblo. En fin se muestra lo que verdaderamente quedó y cómo el cardenismo nunca más será realidad dentro del capitalismo mexicano, salvo como ideología que continuará siendo productiva políticamente mientras el pueblo crea que aquel proyecto que el Estado mexicano derrotó, puede ser repuesto por ese mismo Estado.