Descripción:
Una carta suele dirigirse a una o unas cuantas personas. Un texto impreso, en cambio, tiene como receptor un público ilimitado; puede leerlo el que quiera tomarse la molestia o procurarse el gusto. El único límite lo constituye el código en que está redactado. El texto llega hasta los límites del dominio de su lengua. En cuanto traspasa las fronteras, hablamos de texto desplazado; es el texto traducido a otro idioma, o bien el texto original, pero estudiado y apreciado por lectores de otra lengua materna.