Descripción:
Para evitar excesos supuestamente atribuibles a la desconstrucción, Umberto Eco personifica el texto
y hace depender la interpretación de la coherencia textual. Su argumentación, además de depender de
nociones intrínsecamente problemáticas y ofrecer como pruebas casos que no lo son, ignora que el
modus contemporáneo de la razón cuestiona algunos principios que él defiende como criterios de racionalidad. En oposición a Eco, Richard Rorty afirma que la coherencia no existe en el texto e interpretarlo es equivalente a usarlo de acuerdo con ciertos fines. Su discusión se sostiene en un rechazo de la distinción entre los signos y los otros objetos, "como las rocas y los quarks". Pero entonces su crítica no puede ser una polémica; se trata de una descripción más, otro uso, de ciertos textos. ¿Y podemos establecer criterios de uso adecuado sin caracterizar los signos? La discusión sobre la interpretación es, entonces, una discusión sobre la metafísica de la palabra.