Descripción:
En 2001, los representantes de los estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se reunieron en la III Cumbre de las Américas para reafirmar su compromiso con la democracia. La cumbre identificó como las causas de esas continuidades a la desigualdad y la pobreza, no solo porque representaban un caldo de cultivo para la inestabilidad, sino también para el abuso de poder, la corrupción y el secuestro de la política por parte de grupos minoritarios. Con el fin de afrontar ese y otros males, los presidentes de los diferentes países firmaron la Carta Democrática Interamericana, comprometiendo a sus estados a desarrollar integralmente la democracia, combatir la pobreza, promover la cultura democrática, preservar la institucionalidad política y defender la regularidad electoral.