La propuesta de las autoras es la de desentrañar las causas estructurales de la migración, tanto de los procesos que la provocan en nuestro país como de los factores que han generado una demanda creciente de fuerza de trabajo extranjera en Estados Unidos. A partir de una visión histórico-estructural se muestran vínculos del fenómeno migratorio con los ciclos del capital en la potencia norteamericana, analizando el papel que el trabajo de estos grupos transterrados tiene en la desvalorización de la fuerza de trabajo a nivel mundial, en la fase de la globalización. El periodo de estudio abarca de 1990 a 2006, etapa de expansión del capital estadounidense y de consolidación del neoliberalismo en México; la hipótesis principal del trabajo es precisamente que el patrón migratorio que se produce a partir de la última década del pasado siglo responde tanto a la política anti-emigrante como a la fase de ascenso más larga que ha vivido el capital norteamericano en tiempos recientes. La reestructuración de ciertos procesos productivos y su relocalización, dando lugar a los “nuevos destinos migratorios”, aunada al hecho de que ese país se ha convertido en el principal receptor de inversión extranjera directa mexicana, ha generado fenómenos económicos que demandan grandes contingentes de trabajadores, principalmente mano de obra indocumentada, generando un cambio cualitativo en la migración y en el papel funcional de esta en el proceso de acumulación en ambos países. Los estudios de caso que componen la obra se basan en investigación documental y estadística y, en algunos de ellos, en trabajo de campo. Al elegir el estudio de las nuevas causas migratorias el libro pretende identificar las posibles soluciones que permitan revertir la tendencia a la expulsión de connacionales y las nocivas consecuencias para las familias que la padecen. El trabajo de Blanca Rubio “La desvalorización de los bienes alimentarios y la migración rural en México (1993-2007)” aborda el vínculo estructural entre el proceso migratorio y el dominio y explotación del capital en el campo nacional a partir del establecimiento del modelo neoliberal. Muestra como el impulso de la explotación por despojo, basado en el pago de los bienes agropecuarios por debajo de su precio de costo, ha generado un proceso de “descampesinización” a raíz de la firma del TLCAN; siendo esta situación la causa estructural del aumento exponencial de la migración rural en la época reciente.