Descripción:
Si para Benjamin el cine era una especie de "espejo transportable" que producía un efecto de desdoblamiento y de descenrramiento en el sujeto (actor/espectador), la televisión extenderá esos efectos especulares y "desauratizantes" excediendo el ámbito de la ficción hacia el campo de la producción misma del realsocial, y los exacerbará en la medida en que el espejo ya no necesitará ser "transportado" físicamente: su telepresencia será ubicua , dadas las posibilidades de las transmisiones en directo. El actor/ espectador, el periodista/ espectador, el político/ espectador. el ciudadano/ espectador podrán mirarse en las pantallas televisivas como en un espejo, en el mismo momento en que son captados y transmitidos.