Descripción:
Desde que los hermanos Antonio de León Pinelo y Juan Rodríguez de León llegaron al Rio de la Plata en 1604, principalmente Antonio debió sentir el alma distinta por una suerte de transparencia espiritual. Debió incidir de modo inevitable, como después refiere, el magesruoso espectáculo del Rio de la Plata y el ensueño de la llanura al ingresar a la ciudad por el sur de la pampa cordobesa.