Resumen:
Los recurrentes asaltos o intentos de toma del poder en América Latina durante las últimas décadas señalan la conveniencia de reactivar el estudio de un fenómeno que se creía extinto y cuyos obituarios eran jurídica, moral y políticamente suscritos: en efecto, se trata del golpe de Estado (GE), una acción que indispone a las más enternecedoras sensibilidades liberales y cada vez que una crisis es calificada de esa manera, proliferan las denuncias y la censura de organismos multilaterales, jefes de Estado, medios de comunicación y, en general, de una cierta "comunidad internacional" que dice despreciar todo uso de mecanismos violentos e ilegales de ruptura de los órdenes establecidos.