Fue posible observar en un relativo breve periodo de tiempo, múltiples marcos de crisis expresados en diversas coordenadas de la vida social. Jóvenes a escala planetaria levantaron la voz en torno a las diversas aristas de la crisis ambiental contemporánea, interpelando a las bases de los sistemas económicos y políticos globales, y sus implicancias ecológicas en el sentido más amplio del concepto. Observamos cómo la sociedad chilena tuvo un punto de inflexión crítico en sus dinámicas de convivencia y participación, movilizando nuevos campos de justicia social y reciprocidad.
Asimismo, las demandas de los movimientos feministas tomaron una amplia relevancia social y se tornaron transversales en los diversos temas y debates del país. Por último, un cuarto punto de inflexión irrumpe en forma de una pandemia con implicancias sistémicas en las bases de nuestra vida cotidiana y con alcances a escala planetaria.