The historical globality of populism seems to be a paradox, because it is precisely those nationalist and populistideologues who accuse their enemies of “globalists”, and who also present themselves as young actors, withouthistorical background, or even as the result of a new chapter in the history of the world, which the currentleader of the White House has called “the Trump era.” In theory, the new populists are extremist nationalistswho claim to want to put their countries above all else. In practice, these nationalists form a new internationalright, both for their works and for their similarities. None of this is new in the history of populism. This textanalyzes the history of this continuity and indicates its ruptures.
La globalidad histórica del populismo parece ser una paradoja, pues son justamente esos ideólogos nacionalistas y populistas quienes acusan a sus enemigos de “globalistas”, y quienes asimismo se presentan como actores jóvenes, sin antecedentes históricos, o incluso como el resultado de un capítulo nuevo en la historia del mundo, que el propio caudillo actual de la Casa Blanca ha denominado “la era de Trump”. En teoría, los nuevos populistas son nacionalistas extremistas que afirman querer poner a sus países por encima de todo. En la práctica, esos nacionalistas forman una nueva internacional de derecha, tanto por sus obras como por sus semejanzas. Nada de esto es nuevo en la historia del populismo. Este texto analiza la historia de esta continuidad y señala sus rupturas.