The drug abuse modifies the people’s lifestyles and human groups and a phenomenon is considered multi-factorial, dynamic and, as a consequence, changing in his forms, that way I eat in the diversity of his etiological factors. Even though it is certain that not all drug abuse is synonymous of addiction, you are a fact also that all addiction started off with a consumption, and it is for it the fact that our objective is the prevention, detection and formation of moral values must be intended to offer attention to the most vulnerable groups. With regard to this matter, the present-day employer of consumption of toxic substances proves to be worrisome for part of teens and young people. It has to do with of conducts risk that characterizes for the ingestion of important quantities of alcohol in short periods of time the weekends itself, that implies a succession of episodes of intoxication and later alcoholic abstinence. This practice causes noxious effects on health. An important element in the configuration of the perception of risk constitutes it the social performance, complex issue once his character of legal drug was given. As of the present moment the alcohol is a part of our social and cultural life, and in general an excessive permissiveness in consumption is observed and even I use too much alcoholic drinks; although, at the same time, all that sounds like alcoholism is refused.
El consumo de drogas modifica los estilos de vida de las personas y grupos humanos, siendo considerado un fenómeno multifactorial, dinámico y, por ende, cambiante en sus formas, así como en la diversidad de sus factores etiológicos. Si bien es cierto que no todo consumo de drogas es sinónimo de adicción, es un hecho también que toda adicción se inició con un consumo, y es por ello que nuestro objetivo es la prevención, detección y formación de valores deben estar dirigidos a brindar atención a los grupos más vulnerables. Al respecto, resulta preocupante el patrón actual de consumo de sustancias toxicas por parte de adolescentes y jóvenes. Se trata de conductas de riesgo que se caracterizan por la ingestión de importantes cantidades de alcohol en cortos períodos de tiempo los fines de semana, lo que implica una sucesión de episodios de intoxicación y posterior abstinencia alcohólica.
Esta práctica ocasiona efectos nocivos sobre la salud. Un elemento importante en la configuración de la percepción de riesgo lo constituye la representación social, cuestión compleja dado su carácter de droga legal.
En la actualidad el alcohol forma parte de nuestra vida social y cultural, y en general se observa una excesiva permisividad en el consumo e incluso abuso de bebidas alcohólicas; aunque, al mismo tiempo, se rechaza todo lo que suena a alcoholismo.