Descripción:
El éxito de la democracia, parte de la capacidad de los ciudadanos de otorgar sabiamente el poder a aquellos que estén aptos para asumir esa responsabilidad. Para ello, los ciudadanos deben tener una clara conciencia y un alto desarrollo de su naturaleza de seres sociales, con mentalidad crítica y principios éticos. Eso sólo será posible a través de la educación de los ciudadanos por parte del Estado, la cual, les otorga la posibilidad de participar activamente en las decisiones personales y de grupo; distinguiendo lo legal de lo que no lo es, y lo legal de lo justo. Esa base educativa será garantía de una gobernabilidad provechosa para la sociedad en general.