Por siglos, millones de mujeres a través del mundo han sido privadas de estatus legal o social independiente; sin embargo, dos instrumentos internacionales -La Convención de la ONU sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres y la Convención sobre Derechos de los Niños- han establecido una base legal sin precedentes para los derechos de las muchachas, niñas y mujeres en cualquier parte.