Another wave of outrage runs through digital networks every week - or every day - but almost none translates into political or social changes. What do they serve, so that they do not serve - and why not serve - these virtual protests in Colombia?
Otra ola de indignación recorre las redes digitales cada semana o hasta cada día, pero casi ninguna se traduce en cambios políticos o sociales. ¿Para qué sirven, para que no sirven y por qué no sirven esas protestas virtuales en Colombia?