La calidad de vida puede ser vista como un elemento propio y ajeno de los individuos, en donde se toman en cuenta aspectos culturales, geográficos y temporales de la población. Desde su nacimiento, la calidad de vida ha sido definida y descrita de varias maneras, y ha sido importante su estudio desde las diversas perspectivas de las ciencias humanas y sociales, naturales, médicas, e incluso espaciales. Tomando en cuenta el enfoque prevalecientemente socioeconómico de la calidad de vida, se consideró pertinente abordarla desde una concepción geográfica y socioespacial.