The recent construction of a global obesity epidemic favours the construction of thinness as a moral value, a self-evidence of the individual's health status, and as aesthetically desirable. This autoethnographic paper presents an account of my experience of being fat from childhood to adulthood, from a feminist sociological perspective. The cultural imposition of thinness and societal fatphobia fed feelings of incapacity, bodily inadequacy, and psychological suffering which led to problematic eating behaviours. I argue that the war on obesity operates in the name of health but paradoxically produces a significant renunciation of physical and psychological well-being in the pursuit of thinness.
La reciente construcción de una epidemia de obesidad global favorece que —además de ser estéticamente deseable— la delgadez se considere autoevidencia del estado de salud del individuo y marca de moralidad. En esta autoetnografía reflexiono sobre mi vivencia de ser gorda desde la infancia hasta la adultez, desde un enfoque sociológico feminista. La imposición cultural de la delgadez y la gordofobia alimentaron sentimientos de incapacidad, inadecuación corporal y sufrimiento psicológico que promovieron conductas alimentarias problemáticas. Mi argumento es que la guerra contra la obesidad opera en nombre de la salud, pero produce una renuncia significativa al bienestar físico y psicológico en aras de la alcanzar la delgadez.