Descripción:
La primera película de Lara Izagirre, Un otoño sin Berlín, se enmarca dentro de un discurso en el que (según nuestra hipótesis) la tendencia hacia la representación de lo transnacional, se opone a los valores nacionalistas vascos, que tienden a resistirse. Utilizando la metodología de Saskia Sassen (2006), será necesario investigar la cuestión por partes y no como un todo. Además, el hecho de que sea una directora la que narre la historia de una mujer protagonista recibe y provoca (de forma recíproca) una influencia concreta (y diferente a hipotéticos casos masculinos) por parte del (y en el) entorno.