Sound and audiovisual heritage usually follow separate tracks, as shown by their theoretical guidelines, practical plans, research projects and specialization courses in document safeguarding. In the case of sound archives, a further division between ‘musical’ and ‘oral’ archives adds up to the difficulty of studying Spanish sound archives as a whole. This is made worse by a scarcity of relevant information sources: those available are valuable but focus on locating and identifying centers, hardly describing collections and their management. A more thorough study has therefore been necessary, taking projects devised for other geographical areas as a reference for a new inquiry addressed to Spanish memory institutions. These were asked for an assessment of current sound recordings management, in four stages of safeguarding: surveys and global studies; individual analysis; analogue and digital preservation; and possibilities for accessing recordings and disseminating them. The answering institutions pointed to important management shortcomings in almost all stages and in many parts of Spain. Solutions may be known but must not be delayed any more, for sound recordings to escape a high risk of damage and disappearance
El patrimonio sonoro y el audiovisual suelen seguir vías separadas, como demuestran sus directrices teóricas, planes prácticos, proyectos de investigación y actividades formativas de salvaguardia documental. A esa división se añade la de los archivos sonoros en “musicales” y “de palabra”. Son dificultades para estudiar los archivos sonoros españoles en su conjunto, agravadas por la escasez de instrumentos de consulta: los hay valiosos pero se centran en localizar e identificar centros y apenas describen a las colecciones y su gestión. Ha sido necesario por tanto un estudio más complejo, que tomara proyectos pensados para otros ámbitos geográficos como base para una nueva encuesta a las instituciones españolas de la memoria. Se ha pedido a éstas que valorasen la gestión actual de los documentos sonoros, en cuatro etapas del proceso documental: los censos y estudios de conjunto; el análisis individual; la preservación analógica y digital; y las posibilidades de acceso y difusión. Las respuestas de las instituciones han revelado que esa gestión presenta en gran parte de España carencias importantes en casi todas las etapas. Las soluciones pueden ser conocidas pero deben ser adoptadas urgentemente para librar a los documentos sonoros de un alto riesgo de deterioro y desaparición