Descripción:
Si la palabra anticipa la idea de que es posible conjugar el sueño con la realidad, resulta probable huir de los anclajes del destino que a veces se estancan, limitando la opción decidida de mirarnos con ojos plenos de diferencia que se detengan en lo humano, demasiado humano que somos. Hemos visto la ciudad pasar y en ella sus transformaciones, con los anhelos y las soledades de sus argonautas urbanos y no urbanos, que la han edificado desde el riesgo y el reto de la multiplicidad. Hemos visto la ciudad pasar en vestigios de realidad e irrealidad fabricada por las centellantes subjetividades que se entretejen desde los diálogos, desde los lugares y los no lugares... de aquello que, atravesando lo molar, se adhiere a la piel incorporándose en el deseo.