Descripción:
Estos últimos cien años han sido para España de profunda transformación
en la estructura económica s,ocial ,política e ideológica .A finales del siglo
XIX, había una sociedad que algunos han denominado híbrida, para seña
lar la tensión existente entre tradición y modernidad a, unque todavía con
clara preeminencia del primero de los términos. Pero ya estaban presen
tes los elementos para la quiebra de esa España tradicional y la crisis de
1898 es una relevante expresión de ese proceso que venía de bastante
atrás. Posiblemente, la pérdida de las últimas colonias .pueda ser enten
dida como ese punto de inflexión que dio paso a un nuevo siglo tan car
gado también de incertidumbre sy rupturas ,como hoy sabemos.
Unos pocos indicadores nos ayudarán a ubicarnos en el contexto histórico.
En aquel entonces, la vida española tenía como escenario principal al
ámbito rural y era una sociedad basada en un sistema de grandes privile
gios y desigualdades d, onde una buena parte de la población estaba vin
culada al orden existente a través de relaciones de caciquismo. El peso
de la economía agraria se ve reflejado en algunas estimaciones que
(más allá de precisiones estadísticas) indicarían que en 1887 casi el 70
% de la población activa era agraria, menos del 20 % estaba dedicada
a los servicios y menos del 15% a la industria. En esas fechas, la acción
política en el marco jurídico también estaba reservada a una minoría,
pues, según M.Tuñón de Lara (1986:9-10), «todavía en 1886 no había
más que el 2,1 % de la población que poseyese derechos electorales»