Descripción:
La creciente importancia que fueron adquiriendo los movimientos
internacionales de capital, en un contexto de creciente liberalización e
innovación financiera, se hizo perceptible con el volumen y la orientación
de los flujos de inversión directa (ID). Así fue como, cada vez más, van
integrándose al proceso de globalización de los mercados de capitales
otras áreas económicas del mundo, aunque es una corriente altamente
concentrada en torno a un reducido número de países, los considerados
“emergentes”, entre los que se encuentran algunos destinos de América
Latina. De esta manera, desde los primeros años noventa, esos mercados
se convirtieron en uno de los polos más atractivos para el inversor internacional,
siendo los inversores de España uno de los que más activamente
participa, convirtiendo a la región en el principal destino de la proyección
exterior de sus empresas.