Descripción:
La propuesta de desarrollo boliviana, que conmina a superar el “extractivismo” con la
industrialización del Litio (Li), se basa en la concepción del “Vivir Bien”, propia de las
culturas originarias e indígenas de Bolivia. El “Vivir Bien” corresponde a un patrón de
desarrollo [en sustitución del patrón primario exportador], y democratización integral,
plurinacional y diversificada. Con la consigna de que la industrialización de una materia
prima es “riqueza, dignidad y soberanía”, el Estado Plurinacional de Bolivia ha definido
una estrategia de industrialización del Li dividida en tres fases: la planta piloto para la
obtención de carbonato de Li, la fase industrial y por último la producción de baterías de
ión Li. El monto de la inversión proyectada asciende a más de 900 millones de dólares, por lo que se constituye en la principal apuesta política del gobierno del presidente Evo
Morales. Con un planteamiento de desarrollo endógeno y con la consigna de autofinanciamiento de las primeras dos fases de la estrategia, el relacionamiento con la
inversión extranjera, para la tercera fase, se subsume al planteamiento de “socios y no
patrones”, esquema fundamental para eliminar un aspecto de la maldición de los recursos, la pérdida del control y la cesión de las verdaderas ganancias. Por las características multifacéticas de esta estrategia, la presente investigación analiza los alcances y desafíos de la misma como parte de la política desarrollista del Estado boliviano. A lo largo del documento se desarrollan argumentos que permiten consolidar el planteamiento central del trabajo, en el entendido de que a pesar del discurso de desarrollo endógeno, la estrategia de industrialización del Li boliviano no alcanza a concretar una visión de integración de la política industrial, tecnológica y participativa.