Descripción:
IntroducciónAgradezco a la Doctora Patricia Noguera la felicidad de estar aquí entre ustedes, y tener la ocasión de compartir los dolores y angustias del acercamiento a una noche oscura para la cual no hubo en nuestro país, ni un Sarmiento o un Martí.Quisiera dedicar estas líneas a las personas que saben que vivimos con los otros, y que es nuestro comercio con ellos como aprendemos de nuestros errores y miserias, de nuestra senda la cual continuamos con la confianza de que no por siempre será necesario para estar en esa mitología, en los símbolos que llamamos cultura.En especial quisiera concitar la presencia de dos hombres que plantaron en mí dos inquietudes sin las cuales probablemente estaría entregado a «las exigencias espirituales más pobres y de peor capacidad expresiva». Con Beldfórd Fábio García aprendí los riesgos e injusticias de la acción, y salí convencido que la acción pensada no solo ayuda sino que salva Con Rubén Jaramillo y en especial con su revista Argumentos, aprendí que pensar es una cosa lo suficientemente seria como para que cualquiera ande por ahí tonteando con ella, y que la tradición no nos había sido negada.