Descripción:
Vale la pena bosquejar aquí los elementos fundamentales de la filosofía medieval, tanto por el hecho de que las fuentes del pensamiento renacentista se encuentran en los grandes temas y problemas discutidos por los medievales, como también porque es preciso relacionar las dos épocas, a fin de mostrar cierta continuidad entre ellas (pese a que en algunos casos se diga que el renacimiento es una reacción al medioevo). He de aclarar, además, que la filosofía de ese período, que a veces nos ha sido presentado como "una época oscura, alumbrada únicamente por el fuego de las hogueras de la inquisición", es en realidad de una riqueza formidable, y que el descubrimiento de su dimensión es de data reciente, tanto que los eruditos del siglo XIX creían que no había cosa distinta a posiciones dogmáticas en asuntos de fé, inútiles polémicas en filosofía o discusiones infantiles sobre temas de una ciencia contaminada por la magia, en los escritos de sus autores más representantivos. Esta idea inadecuada sobre el pensamiento medieval, es algo definitivamente superado gracias a las contribuciones de investigadores como Crombie, Duhem, Grant, y Jolivet entre otros.