Vivimos en una época marcada por dos instancias fundamentales: 1- La historia vivida es historia mundial, no regional. Cualquier hecho importante en cualquier lugar del planeta determina repercusiones en el resto del mundo. 2- Las actividades científico-técnicas, la preparación para éstas y el producto de éstas constituyen el núcleo de la vida humana. Con mayor propiedad puede afirmarse que nuestra cultura (mundial pero con preferencia occidental) es un sistema cultural científico-técnico.