Descripción:
En primer lugar, ¿cuál es el sujeto de la educación? El cuerpo es un elemento ineludible, ya sea porque se le considere el sujeto mismo de la educación o una parte fundamental de él. Estamos nuevamente, ante interrogantes similares a los que se enfrentó Sócrates hace más de dos milenios, como filósofo y como educador-corruptor de conciencias: ¿cuál es aquella parte de nosotros responsable del aprender y del conocer?, y ¿cómo lo hace?, para, favoreciendo este proceso, podamos promovernos en el camino a la sabiduría, la verdad o algún tipo de realización de sentido.