Descripción:
En este artículo reflexionamos sobre los retos y posibilidades que tanto el campo como el pregrado en Gestión Cultural y Comunicativa tienen ante las transformaciones culturales y globales acontecidas en las últimas décadas. A partir de algunas experiencias profesionales y académicas –todas ellas atravesando mi condición personal–, discuto sobre la necesidad de repensar algunos marcos conceptuales y de intervención –que implican una dimensión ética– que le permitan a las y los gestores culturales realizar lecturas de los contextos y momentos particulares en los cuales se desenvuelven, sin perder de vista las implicaciones más amplias, así como las posibilidades que en tanto gestores “tramáticos” de la cultura tienen para aportar y potencializar diversos escenarios y procesos.