Descripción:
No recuerdo cuándo y dónde conocí a Enrique Servín, es un dato que se me ha extraviado en la memoria. Sí, sin embargo, que cada encuentro con él fue siempre un caleidoscopio. Un fulgurante juego de espejos y de luces, una deliciosa experiencia. Su recuerdo siempre será entrañable.