Descripción:
Al final del siglo XIX México parecía haber entrado en una época en la que las rebeliones y asonadas que tanto habían proliferado desde la Independencia, habían quedado atrás. La presidencia de la República en manos del general Porfirio Díaz desde 1877, reflejaba el lema de “orden y progreso” y el desarrollo de las comunicaciones y la creciente urbanización, así como la modernización expresada en la inversión extranjera, parecían confirmarlo.