Descripción:
Las ultraderechas europeas han aumentado sensiblemente su presencia en los parlamentos de cada país y en el europeo durante las últimas décadas. Han impuesto su agenda en las políticas públicas e inclinado a colectividades numerosas hacia sus postulados fundamentales: odio a los migrantes, xenofobia, antisemitismo, antifeminismo, racismo, homofobia, nacionalismo extremo o chovinismo, culto a los líderes, penalización del aborto, anticomunismo, antiintelectualismo, populismo, entre los de mayor notoriedad. En el contexto de hace ocho o nueve décadas, estas fobias y extremos distinguieron al fascismo, categoría genérica en la que se agruparon al fascismo propiamente dicho de Italia, a los nazis alemanes, franquistas españoles, etcétera, sin desatender desde luego las especificidades de cada uno.