Descripción:
Un amigo comentó: “El campo es el único lugar donde podemos caminar mirando hacia abajo”. Además de referirse a las bellezas que puedes encontrar a cada paso, entendí, o quise entender, que mi amigo aludía al estado de paz, de concordia al que la naturaleza te induce, donde no es necesario tener “la frente en alto”, donde no es necesario mantener esa lucha tensa y violenta por sostenerte erguido, por ocupar y defender “tu lugar en el mundo”. En el campo puedes mirar hacia abajo porque estás hermanado con las raíces de la vida, con aquello a lo que llamamos “natural”, “maternal”, “nutricio”.