Descripción:
La literatura infantil y juvenil se ha ubicado como producto del siglo XVII; el surgimiento de la noción de infancia es, no obstante, tan antigua como el hombre. Si tratamos del receptor, a este sector de la población no se le excluía de las narraciones orales, estaba entre el público para oír las historias de la tradición, del folclor, de la maravilla. Anhelo que pervivió pese a la gran cantidad de libros instructivos, serios y moralistas que se escribieron para los niños durante varios siglos; tendencia que busca dominar el panorama actual, en la que se muestra la relación adulto-niño como la del “educador- educando o dominador-dominado”.