Descripción:
Cualquier reforma difunde un discurso para justificar su aceptación. En general, se divulgan a favor de la sociedad con medidas administrativas. Cual fetiche, el poder político y económico hilvana el discurso de la calidad en educación como fundamento para el progreso de los países, como si la desigualdad socioeconómica se generara en la escuela. La receta para mejorar las deficiencias educativas es “con más”: fiscalización, exámenes, capacitación, control. En el caso mexicano, la reforma educativa, a “sugerencia” de un organismo financiero, es laboral, burocrática y antidemocrática.