Descripción:
Hoy no es posible pensar las democracias sin las múltiples organizaciones que compiten libremente en ellas para que su proyecto político prevalezca. Este artículo analiza los argumentos que al respecto produjeron John Locke y James Madison, referentes complementarios de la tradición liberal. Mientras Locke plantea las facciones en el contrato social, Madison piensa específicamente en Estados Unidos y su oportunidad de virar al federalismo. Con ambas posturas se sientan los precedentes del pluralismo político actual.