Descripción:
La redistribución de bienes empieza el 2 de noviembre, cuando se elaboran canastas con los bienes originalmente ofrendados a los muertos, las cuales se obsequian a parientes y amigos y circulan masivamente por todo San Miguel Canoa y cada familia ofrece o recibe canastas adornadas. El objetivo de este texto es analizar la práctica cultural de elaboración de canastas como una forma simbólica que entreteje complejamente creencias, alianzas jerárquicas y grupos domésticos por medio de la redistribución de bienes ofrendados (dones). La función de estos bienes es la regulación de las relaciones sociales por la mediación de familiares muertos reproduciendo el ritual y el orden establecidos. Por eso su carácter es social y no religioso, y se constituye así en un elemento simbólico definitivo del territorio canoense.