Descripción:
El déficit democrático que caracteriza a la política contemporánea en México está enraizado en una tradición e imaginario políticos cuyo epicentro no es ni la libertad política ni el empoderamiento del ciudadano, sino diversas modulaciones de centralismo, clientelismo y paternalismo heredadas tanto de nuestra herencia revolucionaria como de la construcción histórica del régimen posrevolucionario. El objetivo de este artículo es analizar y explicar por qué la búsqueda y rescate de lo que llamo la herencia política de la Revolución (proyectos cuyo eje central fuera la libertad política e instancias de organización política espontánea y autónoma creadas en medio de la revuelta revolucionaria) es fundamental para la rearticulación contemporánea de una tradición de democracia y participación política en México. Para ello se examina la propuesta analítica utilizada por Hannah Arendt en su estudio sobre las revoluciones modernas y se propone una aproximación a la Revolución mexicana que sea capaz de rastrear y rescatar una tradición de pensamiento y acción políticos revolucionarios enterrada bajo el peso tanto de la monumental narrativa aglutinadora y/u oficialista de la Revolución como del revisionismo social.