Descripción:
La migración de supervivencia en Centroamérica es producto de la desigualdad estructural, de Estados débiles y autoritarios, y de la inestabilidad política de esos países. Durante los últimos 30 años, el crecimiento histórico de la cantidad de migrantes internacionales produjo el aumento de la feminización y de la migración familiar de niños, niñas y adolescentes. La aparición de migrantes cautivos en el tránsito, de los desplazados forzados perseguidos por bandas criminales y la represión política, además de los solicitantes de refugio y de los deportados, son los principales rasgos de los riesgos en uno de los corredores más peligrosos del mundo. Las fronteras amuralladas y los discursos antiinmigrantes se imponen en los países receptores y de tránsito, pero también en los de origen. La ausencia de cooperación sur-sur y una creciente subordinación a las políticas migratorias de Estados Unidos enmarcan la debilidad de las respuestas de los países centroamericanos.