Descripción:
Este artículo analiza los alcances de la representación y la participación en el entramado democrático con el propósito de mostrar la reconfiguración de los modos de producción política como la contingencia en la construcción del lazo representativo. Al llamar la atención sobre lo representable, revisa la experiencia argentina de inicios de siglo XXI, a partir de la inflexión del 2001-2002, mediante las principales mutaciones en las relaciones entre la diversidad de actores e instituciones. Con plurales formas de autopresentación y representación que pujan por hacerse presentes y tener voz, las instituciones e intercambios discursivos hacen diferencias al problematizarlas, procesarlas y ordenarlas.