Descripción:
Es evidente que la notable tarea etnográfica realizada por Flores Martos es resultado de su contextura intelectual (que transciende el marco disciplinario) y de su indiscutible habilidad en el trabajo de campo, que implicó múltiples entrevistas y la observación participante, superando los riesgos del mimetismo, como bien lo anota José Velasco Toro en el prefacio del libro. Se explica así su capacidad manifiesta para asomarse a la “cultura íntima” de personas y grupos pertenecientes a diversas clases sociales, descubriendo la razón de ser de múltiples fachadas y dramatizaciones simbólicas: del rejuego de “la calle” a la dialéctica de lo abierto-cerrado que se expresa en la fantasía del “amurallamiento” “desmurallamiento”, saga del imaginario que alcanza su clímax durante el carnaval, que clausura las rachas huracanadas del imprescindible “norte”.