A lo largo del libro el autor reflexiona en torno a las rupturas, continuidades e innovaciones que aportaron cada uno los distintos grupos, tanto de la sociedad conquistadora como de las diversas sociedades conquistadas. Así, explica la manera cómo se confrontaban y convivivían los distintos sectores de la sociedad y qué tipo de relaciones sociales había entre ellos —relaciones, por lo demás, que estaban marcadas por las tensiones de conflicto surgidas entre peninsulares e indígenas, entre los propios indígenas e incluso entre indígenas y la población afroamericana—, así como las distintas lógicas de apropiación y el uso de los recursos naturales.