Descripción:
El análisis pone de manifiesto las consecuencias de la globalización neoliberal o imperialista tanto en África como en América Latina. Partiendo de los aspectos comunes que presentan ambos continentes –históricos y actuales, y los propios desafíos de la globalización–, el autor recomienda el fortalecimiento de sus cohesiones internas con los procesos de integración regionales genuinos, como base de la cooperación Sur-Sur: es la mejor manera de luchar contra la dependencia y la inestabilidad política que les condenan al subdesarrollo. Las nuevas tendencias nacionalistas e izquierdistas de los gobiernos latinoamericanos inauguran una nueva era de esperanza para este continente. La tendencia hacia el derrotismo de África ante el neoliberalismo como resultado de la inestabilidadpolítica, descomposición económica o desagregación de potencias regionales tales como Nigeria, la República Democrática del Congo (drc) o Costa de Marfil, no predispone a un futuro esperanzador. En este contexto el respaldo de la “nueva América Latina” a África, convertida en el centro de la contradicción entre la globalización y el desarrollo, es fundamental.