Descripción:
Desde hace casi un siglo se formó una imagen de tono negativo sobre la Escuela de la Exégesis. Ella sería el ejemplo típico de un legalismo estricto, que reduce el dinamismo al derecho y la nobleza a las tareas de los juristas. Había muchas razones para desconfiar de ella. El derechofrancés evolucionaría y se adaptaría a los nuevos tiempos, mientras los juristas habían mantenido, en la vasta área de su influencia, una enorme autoridad social. Por otro lado, el siglo XIX estaba lleno de continuas manifestaciones sobre la creencia en un derecho más allá de la ley. Ese era el espíritu del romanticismo y, por razones diferentes, de los varios naturalismos de fin de siglo, desde el romanticismo al sociologismo. Una revisión, incluso no sistemática, de los textos de los “exégetas” muestra que también cultivaban apenas un mitigado respeto por ella, que no au-torizaba el veredicto de J. Bonnecase, marcado por un anti-jacobinismo, espiritualista y conservador.