Descripción:
Sin duda los atentados del 11 de septiembre de 2001 provocaron una colosal onda de choque en la comunidad internacional. En Estados Unidos, Europa y el mundo árabe-musulmán, se impuso una lógica de seguridad, que llevó a la formación de una amplia coalición, a la que se unieron estados deseosos de participar en la “guerra contra el terrorismo”, lanzada por la administración Bush. Al mismo tiempo se definió un “Eje del mal”, y se estableció la misión de vencerlo. Este artículo presenta algunas de las consecuencias políticas, sociales, económicas y militares de esta nueva estrategia con respecto al mundo árabe. Hay dos estados que están viviendo transformaciones más o menos profundas, todas ellas inherentes a la nueva estrategia global de la “guerra contra el terrorismo”: Iraq y Libia.