Descripción:
Este artículo plantea que los elevados niveles de violencia y criminalidad en el Triángulo Norte de América Central -Guatemala, El Salvador y Honduras-, en presencia de aparatos estatales incapaces de hacer valer el Estado de derecho, está produciendo una ansiedad creciente en la población y concitando el apoyo de ésta para implementar medidas autoritarias que combatan el crimen. La respuesta de los gobiernos de esta región ante el auge de la criminalidad y la demanda ciudadana de seguridad han sido las políticas de "mano dura" contra el crimen y el recurso del "populismo punitivo" como estrategia para capitalizar electoralmente la profunda preocupación por la inseguridad.